Ellis Island, el museo de la inmigración europea ~ PhotoViajeros - Los relatos de mis Viajes, Rutas y Escapadas

Ellis Island, el museo de la inmigración europea

Ellis Island

Entre 1892 y 1954, esta fue la mayor aduana de todos los EEUU. Sus números impresionan, ya que durante este periodo, unos 12 millones de personas pasaron por sus instalaciones, la mayoría procedentes de Europa y el viejo continente.


La historia de la Isla de Ellis se remonta a 1770, cuando Samuel Ellis se convierte en su propietario.
A partir de 1812, la isla pasó a manos del Gobierno Federal de los EEUU, quien le dio usos mayoritariamente militares, pero es en 1890 cuando se convierte en la principal aduana de la ciudad de Nueva York y en un importante centro de inmigración del país.

Es en 1954 cuando pierde esta función al cambiar el sistema de inmigración y quedando abandonada hasta 1965, año en que es declarada Monumento Nacional.
Desde 1990, alberga el Museo de Inmigración.

Para entender y apreciar el significado de este museo, es muy recomendable hacer un viaje de 100 años en el tiempo y situarnos en algún puerto europeo en el que estamos a bordo de un barco a punto de zarpar con el que pretendemos cruzar el atlántico en busca de una vida mejor al otro lado del océano para emprender el sueño americano.

Alrededor de una semana después, vemos por la ventanilla del barco la silueta de la Estatua de la Libertad y empezamos a escuchar gritos y llantos de alegría de los cientos de pasajeros que casi pueden tocar con las manos un futuro de progreso y libertad, olvidándose por unos instantes de los momentos de angustia y tristeza por haber dejado atrás a la familia y la tierra natal.

Pero nada más lejos de la realidad, ya que quedaba un trámite realmente complejo que en muchos casos convertía la realidad en ilusión y la ilusión en un duro mazazo que los devolvía al lugar del que fueron expulsados o del que huyeron a causa de guerras y hambruna.

Nada más llegar, comenzaba el desembarco de los pasajeros de primera y segunda clase, por lo que los inmigrantes que viajaban en tercera clase, debían esperar varias horas hasta que por fin recibían la autorización para poder desembarcar junto con su equipaje, formándose largas colas en la entrada del edificio principal de la isla.

Ellis Island

A continuación, debían presentar su documentación y rezar para que no hubiese ningún problema o que el guarda de turno considerase que alguien de esa nacionalidad no merecía entrar en el país o sospechase que era portador de algún tipo de enfermedad.

Ellis Island

Después, venían las pruebas físicas, una auténtica criba en la que por el mero hecho de ser cojo, tener algún tatuaje, verrugas u ojos rojos, el inmigrante ganaba muchos puntos para ganar un viaje de vuelta, por lo que eran marcados con una cruz para ser sometidos a más pruebas médicas.

De hecho, la mayor parte del edificio estaba dedicado a un hospital en el que acoger a esa masa de gente que necesitaba de una exploración médica más exhaustiva, aunque más que un hospital y debido al hacinamiento de personas, aquello se asemejaba más a un campo de concentración, como podemos ver en esta fotografía sacada a uno de los paneles informativos del museo.

Ellis Island

En la visita al museo, se pueden ver reconstrucciones de algunas de las habitaciones en las que aguardaban durante días e incluso semanas a ser visitados por algún médico.

Ellis Island

Con un poco de suerte, desde una de las ventanas que daban luz a la habitación podían ver a la Estatua de la Libertad dándoles ánimos e iluminando con su antorcha sus esperanzas de conseguir el visado que les abriría las puertas del país de los sueños y las oportunidades.

Ellis Island

Entre las demás pruebas a las que eran sometidos, estaban exámenes psicológicos e interrogatorios en los que sin un traductor que los ayudase a entender y contestar a las preguntas, no eran capaces de contestar a cuestiones tan simples como por ejemplo ¿Cómo se llama?, ¿De dónde viene?, ¿A dónde va?, ¿Tiene dinero o un contrato de trabajo? ...

Para terminar y antes de conseguir el ansiado visado, muchas veces acababan siendo interrogados por un jurado que dictaba sentencia mediante juicios totalmente subjetivos e incluso racistas en muchas ocasiones, lo que provocaba que se diesen casos de familias en las que alguno de sus miembros no eran admitidos y debían regresar a su país de origen, madres que tenían que dejar a sus hijos o amigos que se verían por última vez forzándoles a romper esos lazos para siempre.

Según las estadísticas que guardan, sólo el 3% del total de inmigrantes fueron deportados. No es un porcentaje muy alto, pero suponen unas 300.000 personas de las cuales casi 3000 se suicidaron antes de emprender el viaje de vuelta a casa.

De vuelta al presente, el museo tiene gran cantidad de objetos olvidados o perdidos por sus dueños. Desde vestidos, mobiliario o documentación, hasta baúles que conservan en su interior la vida entera de alguno de los inmigrantes que viajó a los EEUU hace ahora 100 años.

También nos encontramos con unos ordenadores en los que podemos buscar si alguno de nuestros antepasados pasaron por Ellis Island en su viaje de Europa a América, o en los que aparece cuántos descendientes de inmigrantes de cada país se estima que viven actualmente en los EEUU.

Ellis Island

Una parte realmente interesante, es la dedicada a toda la propaganda, carteles, octavillas y demás panfletos en los que se ensalzaban las virtudes de América en detrimento de Europa, o dónde podemos ver los anuncios de la época en los que aparecían los grandes cruceros que surcaban el océano entre ambos continentes.

Ellis Island

Ellis Island

Ellis Island

Desde una de las ventanas, tenemos unas vistas privilegiadas del skyline de la ciudad envuelta en una neblina lluviosa de finales de Noviembre, la única imágen que muchos lograron tener de la ciudad de los rascacielos.

Ellis Island

Para terminar, desde la planta de arriba, tenemos una perspectiva general de todo el hall principal, y podemos ver en algunas fotografías los distintos usos de este gran espacio, que ha albergado desde un comedor hasta un hospital improvisado.

Ellis Island

Y es precisamente aquí, dónde tantos miles de europeos terminaron su sueño americano, dónde yo pongo punto final al resumen de mis visitas a la ciudad de Nueva York.

Me pareció éste un buen lugar dónde despedirme de esta increible ciudad por todo el significado y las mil y una historias que han pasado entre esas cuatro paredes.
Un lugar que podríamos considerar la cuna de todos los EEUU, ya que se estima que unos 130 millones de estadounidenses, casi la mitad de su población total, han pasado directa o indirectamente a través de algún familiar por este lugar, por lo que a todos ellos se les puede considerar herederos de Ellis Island y auténticos artífices del sueño americano.

0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres dejar un comentario?

Si tienes más datos relacionados con este artículo o quieres compartir tu propia experiencia, deja un comentario para que el resto de visitantes pueda leerlo.

Por favor, procura que tus comentarios no sean promocionales (spam o publicidad),ilegales u ofensivos, ya que de lo contrario serán eliminados.